Nos encontramos ante una situación que ha supuesto numerosos cambios en la vida diaria de la población: la crisis sanitaria de la COVID-19. El impacto de este evento en la salud mental de la población ha sido clínicamente significativo. En España, estudios reportan que, en el mes de marzo, entre un 15 y un 41% de los participantes mostraron síntomas entre moderados y severos de trastorno por estrés postraumático (TEPT) (González-Sanguino et al., 2020; Rodríguez-Rey et al., 2020). Este concepto ha sido ampliamente abordado, siendo posible que nos resulte familiar y lo conozcamos como una posible consecuencia tras enfrentarse a un evento traumático. No obstante, también es posible experimentar consecuencias positivas tras dicho enfrentamiento. A la experimentación de estos cambios positivos se lo conoce como Crecimiento Postraumático.

¿Qué es el crecimiento postraumático?

Las personas, a medida que se desarrollan y viven diversas experiencias, van conformando una serie de creencias sobre sí mismos, el mundo y aquellos que los rodean. Estas creencias serían las que otorgan un sentido al mundo desde la perspectiva personal de cada uno, guiando las decisiones tomadas. Este sistema de creencias, a pesar de ser relativamente estable, no es inquebrantable, de hecho, algunas situaciones lo suficientemente impactantes, pueden desafiar y poner en cuestión este sistema de creencias (Tedeschi y Calhoun, 2004). De este modo, las situaciones potencialmente traumáticas y adversas, como pueden ser la presente crisis sanitaria, pueden derivar en ese quebrantamiento. Pese a lo negativo que esto conlleva en términos de salud mental, también da lugar a una oportunidad, la de crecer. Es decir, en este momento, en el que nuestros pilares fundamentales se encuentran fracturados, puede darse una reconstrucción positiva en la que valoremos de otro modo la apreciación por la vida, las oportunidades que esta puede ofrecer, la relación que uno tiene con los demás, la valoración de la propia fuerza personal y el sentido espiritual de la vida (Tedeschi et al., 2018). De este modo, no estaríamos hablando de recuperarse, si no de crecer más allá del estado previo al trauma. 

Diferencias entre recuperación y crecimiento postraumático 

Cuando hablamos de experiencias adversas y traumáticas, resulta imprescindible mencionar la resiliencia. La resiliencia se refiere a la capacidad de recuperarse y adaptarse con una mayor facilidad tras la vivencia de una situación adversa (Smith et al., 2008). De este modo, la resiliencia ejercería como factor de protección ante el impacto psicológico y la sintomatología característica del TEPT. Entonces, ¿En qué se diferencia de crecimiento? Una persona resiliente sufrirá un impacto menor ante la experimentación de una situación adversa, por decirlo con otras palabras, su sistema de creencias se podría ver desafiado en menor medida. De este modo, esta persona sufriría una menor afectación por el trauma y no crecería más allá de este (Tedeschi y McNally 2011) (aunque otros autores defienden que la resiliencia se relaciona con un mayor crecimiento postraumático; Gouzman et al., 2015). También se sugiere que es posible que el experimentar en un primer momento crecimiento postraumático, sea el paso previo a desarrollar resiliencia (Tedeschi y McNally 2011). En este sentido, puede que se necesite crecer para poder recuperarse de forma más rápida en el futuro ante la experimentación de un evento adverso. 

El crecimiento postraumático no exime del sufrimiento

A pesar de que, efectivamente, el crecimiento haría referencia a los cambios positivos experimentados, este no exime de la sintomatología negativa que la persona expuesta al trauma pueda experimentar. A pesar de que existe cierta inconsistencia en los estudios a este respecto, parece que el crecimiento y psicopatología coexisten, y, de hecho, se relacionan positivamente (Rodríguez-Rey y Alonso-Tapia, 2017; Vázquez et al., 2021). De este modo, aquellos que han sufrido una mayor afectación psicológica pueden experimentar en mayor medida crecimiento. Es por esto que, el que haya una elevada prevalencia de crecimiento, no significa necesariamente algo positivo, ya que su efecto amortiguador sobre la salud mental no está claro. No obstante, sería recomendable el promover medidas que puedan facilitar un contexto posterior al evento traumático en el que poder desarrollar aprendizaje positivo sobre uno mismo, los demás o el mundo. Por ejemplo, en situaciones de catástrofes comunitarias, el realizar rituales colectivos repetitivos en un lugar y tiempo determinado, facilitaron el afrontamiento comunitario (Páez et al., 2013). De este modo, es posible que promoviendo este tipo de actividades, como pudo ser el aplauso a los sanitarios a las 8 de la tarde, se genere una reconstrucción positiva de las creencias personales desde la cohesión comunitaria e identidad social.

En conclusión, una situación adversa o traumática, cuando supone la experimentación de cambios positivos, parece ir ligado a una mayor afectación psicológica. También es posible que el crecimiento lleve a desarrollar resiliencia a largo plazo. No obstante, ningún individuo debería de tener que llegar a adquirir tal fortaleza si este es el proceso para ello. Considerando que el enfrentarse a situaciones traumáticas en ocasiones es inevitable, resulta pertinente fomentar una reconstrucción positiva de los pilares derruidos de la persona, pudiendo para ello colaborar cada uno a nivel social e individual. 

Autora: Paula Collazo

Referencias

González-Sanguino, C., Ausín, B., Castellanos, M. Á., Saiz, J., López-Gómez, A., Ugidos, C., y Muñoz, M. (2020). Mental health consequences during the initial stage of the 2020 Coronavirus pandemic (COVID-19) in Spain. Brain, Behavior, and Immunity, 87, 172-176. https://doi.org/10.1016/j.bbi.2020.05.040

Gouzman, J., Cohen, M., Ben-Zur, H., Shacham-Shmueli, E., Aderka, D., Siegelmann-Danieli, N., y Beny, A. (2015). Resilience and Psychosocial Adjustment in Digestive System Cancer. Journal of Clinical Psychology in Medical Settings, 22(1), 1-13. https://doi.org/10.1007/s10880-015-9416-9

Páez, D., Vázquez, C., & Echeburúa, E. (2013). Trauma social, afrontamiento comunitario y crecimiento postraumático colectivo [Social trauma, community coping and collective posttraumatic growth]. In M. J. Carrasco & B. Charro (Eds.), Crisis, vulnerabilidad y superación [Crisis, vulnerability and growth]. Universidad de Comillas.

Rodríguez-Rey, R., y Alonso-Tapia, J. (2017). Relation between parental psychopathology and posttraumatic growth after a child’s admission to intensive care: Two faces of the same coin? Intensive and Critical Care Nursing, 43, 156-161. https://doi.org/10.1016/j.iccn.2017.08.005

Rodríguez-Rey, R., Garrido-Hernansaiz, H., y Collado, S. (2020). Psychological Impact and Associated Factors During the Initial Stage of the Coronavirus (COVID-19) Pandemic Among the General Population in Spain. Frontiers in Psychology, 11, 1540. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2020.01540

Smith, B. W., Dalen, J., Wiggins, K., Tooley, E., Christopher, P., y Bernard, J. (2008). The brief resilience scale: Assessing the ability to bounce back. International Journal of Behavioral Medicine, 15(3), 194-200. https://doi.org/10.1080/10705500802222972

Tedeschi, R. G., y Calhoun, L. (2004). Posttraumatic Growth: Conceptual Foundation and Empirical Evidence. Psychological Inquiry, 15(1), 1-18. https://doi.org/10.1207/s15327965pli1501_01

Tedeschi, R. G., y McNally, R. J. (2011). Can we facilitate posttraumatic growth in combat veterans? The American Psychologist, 66(1), 19-24. https://doi.org/10.1037/a0021896

Tedeschi, R. G., Shakespeare-Finch, J., Taku, K., y Calhoun, L. G. (2018). Posttraumatic Growth. Routledge. https://doi.org/10.4324/9781315527451

Vázquez, C., Valiente, C., García, F. E., Contreras, A., Peinado, V., Trucharte, A., y Bentall, R. P. (2021). Post-Traumatic Growth and Stress-Related Responses During the COVID-19 Pandemic in a National Representative Sample: The Role of Positive Core Beliefs About the World and Others. Journal of Happiness Studies. Advance online publication. https://doi.org/10.1007/s10902-020-00352-3